Bocinazos, gritos de desesperación, el llanto de una mamá. La escena sacudió a los vecinos del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Centenario. Una familia desesperada bajaba del auto pidiendo auxilio urgente: Ciro, el pequeño bebé de apenas tres días, no estaba respirando y se asfixiaba.
Los efectivos de guardia salieron de inmediato y comenzaron con la maniobra de rescate ya en la vereda. Los síntomas más evidentes era que el pequeñito se estaba asfixiando porque tenía las vías respiratorias obstruidas. Ya con los primeros movimientos, Ciro comenzó a recuperarse.
¿Qué había pasado? La mama contó que le estaba dando la teta cuando en un momento dejó de respirar. Por fortuna, la rápida reacción de salir a buscar ayuda sirvió para salvarlo.
En ese momento se encontraban de guardia los bomberos Julián Álvarez e Iván Lermanda; el oficial y segundo jefe Víctor Arroyo; Candela Álvarez y el subcomandante y jefe, Patricio Álvarez.
En declaraciones a medios locales, Álvarez destacó la capacitación permanente de los efectivos. “Saber cómo responder ante una emergencia salva vidas”, contó.