Este 22 de agosto, México conmemorará el Día del Bombero, una fecha dedicada a reconocer a quienes arriesgan su vida en cada emergencia. Aunque la profesión ha estado marcada históricamente por la presencia masculina, cada vez más mujeres portan el uniforme y rompen estereotipos. A través de sus historias, se refleja una vocación que combina valentía, disciplina y un profundo servicio a la comunidad.
San Diego Red tuvo la oportunidad de conversar con dos mujeres que, durante años, han sido verdaderas heroínas en su labor en Bomberos Tijuana. Ellas representan sólo una pequeña muestra de todas las mujeres que, sin miedo, han incursionado en el mundo de los bomberos.
Ivette de la Cruz: Más de 20 años sirviendo a Tijuana
Desde muy pequeña, su interés por los bomberos se despertó durante una visita escolar a la estación #1, que más tarde sería demolida. Al regresar a casa, de manera genuina expresó a sus padres su sueño de convertirse en bombera, y su padre le respondió con palabras de aliento: “Sí, hija, tú puedes ser lo que quieras, solo estudia”.
A los 18 años comenzó su formación como Técnico en Emergencias Prehospitalarias en Cruz Roja. Poco después, en 1998, se unió como voluntaria a Bomberos Tijuana, y tras cinco años de servicio logró obtener su plaza oficial. Hoy, después de más de dos décadas, suma 27 años dedicados a esta labor, combinando valentía, disciplina y compromiso con la comunidad.
También destacó cómo ha cambiado la formación dentro del cuerpo de bomberos: antes era casi 100% empírica, transmitida de los más experimentados a los jóvenes, pero con el tiempo la Dirección ha impulsado la capacitación profesional de todo el personal.
Sobre su trabajo diario, Ivette explica la diversidad de situaciones que enfrentan y declaró:
“Atendemos todas las emergencias de la ciudad, no solo incendios. Desde derrames peligrosos, incidentes por cableado, de animales, atendemos fugas de gas y todo lo que tiene que ver en el campo prehospitalario”
En cuanto a perspectiva de género, Ivette de la Cruz indicó que durante este tiempo trabajando como bombero sí ha experimentado algunas conductas machistas e incluso aseguró que durante 13 años llegó a pedir oportunidad de crecimiento y se lo negaron, bajo la premisa de “es que eres mujer”.
Sin embargo, reconoció que mucho de esto ha cambiado en la actualidad.
“Agradezco muchísimo que en estos tiempos ya sea por ley o por mentalidades abiertas, pero se nos ha dado oportunidad a las mujeres de crecimiento y de cubrir áreas”
Para finalizar, Ivette destacó que Baja California cuenta con uno de los cuerpos de bomberos más equipados y preparados del país. Su mayor motivación siempre ha sido servir a la comunidad, y aconseja a las nuevas generaciones mantenerse entrenadas, cuidarse y estar siempre listas, porque esa dedicación es la que permite desempeñar esta labor con éxito y compromiso.
Sahira Marrufo: Siguiendo el legado familiar
Inspirada por su padre, José de Jesús Marrufo, también bombero, Sahira Marrufo decidió seguir sus pasos. Hoy, a sus 26 años, suma seis dentro de la Dirección de Bomberos: tres como voluntaria y tres más como bombero operativo de base, desempeñándose como cuartelero.
Explicó que su labor no sólo implica apagar incendios, sino también mantener en orden la estación: limpiar, barrer, trapear, acomodar utensilios y entregar las instalaciones listas al siguiente turno.
El proceso de preparación, aseguró, no fue sencillo. Al ingresar a la academia se enfrentó a conocimientos desconocidos y a compañeros con experiencia previa como voluntarios, algo que ella no tenía. Una vez concluida su formación, pudo incorporarse como voluntaria e iniciar su trayectoria.
Marrufo subrayó que, a diferencia de generaciones anteriores, cuando el aprendizaje era más empírico, hoy resulta indispensable contar con formación académica, e incluso se solicita preparación como paramédico.
En cuanto a perspectiva de género, Sahira comentó que en su estación todos sus compañeros son hombres y ella es la más joven. Aseguró que siempre se han llevado muy bien y que ha sentido su apoyo y cuidado. Al respecto, señaló:
“Yo creo que en todos los lugares nos podemos encontrar a alguien que, por ser mujer, quiera sentirse más que tú. En mi turno, siempre he recibido los brazos abiertos de todos mis compañeros, y especialmente de mi papá, quien me dijo que si quería trabajar aquí, debía demostrar que podía hacerlo”.
Durante la conversación, Sahira Marrufo nos compartió una experiencia que la marcó y que ahora forma parte de su historia.
Este año, el 15 de enero, atendimos unos incendios en varias casas provocados por los vientos de Santa Ana. En medio de la emergencia, una niña se me acercó y me entregó una cartita. En ese momento la guardé y no la abrí hasta volver a la estación. Al leerla decía: “Gracias, son unos ángeles de Dios, si no fuera por ustedes ya nos hubiéramos quemado.”
Para finalizar, Sahira dedicó un mensaje a las nuevas generaciones de bomberos, en el que destacó que, para formar parte de esta labor, es crucial tener verdadera voluntad y pasión por lo que se hace. Señaló que es importante desempeñarse con amor, mantenerse siempre capacitado y preparado, porque, al final del día, todos quisiéramos que si alguien de nuestra familia enfrentara una emergencia, fuera atendido por alguien preparado y comprometido.
Fuente y foto: es-us.noticias.yahoo.com