Buenos Aires – La idea, que venía de hace tiempo, apuntaba a rejuvenecer el frente del cuartel de los Bomberos Voluntarios de Quilmes. Eso querían las autoridades del edificio de Guido entre Yrigoyen y San Martín, a metros de las vías del ferrocarril. Por eso, les cayó justo la propuesta hecha por un bombero que sugirió contactar al artista Alfredo Segatori, con antecedentes más que válidos: había hecho una intervención en el cuartel de los Bomberos de La Boca y también fue reconocido por el Guinness al crear la obra de arte urbano más grande del mundo –llamada “El regreso de Quinquela”– en un área de 2.000 metros cuadrados en Barracas.

Hoy, el frente del cuartel quilmeño luce a nuevo luego de que Segatori lo embelleciera con la realización de un mural gigantes de 12 metros de altura con figuras de dos bomberos, en homenaje a quienes cumplen ese servicio. Detrás de la obra hay una historia: al artista le presentaron distintas imágenes para que eligiera la que pintaría en la pared, pero finalmente no le convenció ninguna y utilizó a dos integrantes del cuerpo como “modelos”, equipados con sus trajes especiales y herramientas de trabajo. Les tomó fotografías y luego las proyectó. Quienes posaron para inspirar al artista fueron Martín Müller y Diego Villalá, del cuerpo activo.

El cuartel no tuvo que poner un solo peso, ya que todos los gastos corrieron de parte de Segatori. “Quería algo nuestro, así que agarró dos chicos, les hizo poner el equipo que utilizan habitualmente y los fotografió. Cuando vimos terminado el trabajo, la verdad es que nos encantó. Y la gente del barrio se hizo eco. Pasa por acá, nos felicita, se saca fotos y las sube a las redes sociales. Es furor”, señaló el jefe del cuerpo, Raúl Pavón.

fuente: clarin.com