Los bomberos voluntarios de Sierra Grande, que estaban acuartelados, levantaron la medida en el marco de un cuarto intermedio que acordaron la Comisión Directiva, tras una reunión donde analizaron cada punto que los llevó a esta tirante relación y a la ocupación del cuartel.

La reunión fue tensa pero concluyó en buenos términos, se hizo un acta compromiso y entre todos decidieron levantar la medida. Junto al presidente de la entidad, el exintendente Renzo Tamburrini, Cristian Palma, vocero de los manifestantes, también estuvieron Adrián Iribarren y Graciela Castro integrantes de Defensa Civil de la provincia, atentos a la situación y realizaron un relevamiento de las condiciones del cuartel.

Allí Tamburrini planteó a los bomberos que las cosas que faltan se rompen a propósito, como por ejemplo, que los vehículos los chocarían los bomberos y que tiene un informe de un técnico donde expresa que la tijera de corte que está rota hace tres meses, tiene agua en su interior que le fue colocada. «La reparación tiene un costo de 60 mil pesos», reclamó.

«Ninguno de nosotros le pudo agregar agua, no sabemos que fue y no queremos echar la culpa a nadie, los vehículos han habido una serie de problemas pero no a propósito, estamos tranquilos», señaló.

Aún así afirmó que el cuartel está operativo y señaló que están esperando el autobomba que enviará la provincia, cuya entrega está pendiente aún. Cuando lo tengan podrán poner los camiones actuales a reparar.

Tamburrini cree que esto es una cuestión meramente política y que ve detrás de la situación la sombra del actual intendente Nelson Iribarren. Palma lo negó y afirmó que «es una realidad».

fuente: ww.rionegro.com.ar