Zaragoza.- Al atravesar las puertas del Parque de Bomberos 1 de Zaragoza, algunos residentes turcos en la capital aragonesa ya lloraban de tristeza por el desastre que ocurrió en su país y de emoción por reencontrarse con algunos de los héroes. Con la bandera de Turquía en mano y varios obsequios, la comunidad ha querido rendir homenaje este jueves a los siete bomberos zaragozanos que días antes trataron de salvar alguna vida -y lo consiguieron- en este país que sufrió un terrible terremoto que ha segado ya más de 36.000 vidas.

Casualidades de la vida, la mayoría de esta comunidad turca en Zaragoza era de las ciudades que los bomberos zaragozanos peinaron durante cinco días. «Los que realmente estamos agradecidos somos nosotros. Uno se queda con la sensación de que podría haber hecho más», expresaba Quique Mur, el jefe del equipo, que consiguió salvar la vida de una mujer de 60 años que se encontraba atrapada bajo los escombros. «Un familiar de mi cuñado estaba ahí cuando ocurrió el terremoto, se salvó pero se quedó sin casa. Tenía que dormir en el coche», relataba uno de los turcos frente a los siete bomberos y los perros que les ayudaron en la expedición.

Los bomberos de Zaragoza ya querían recibir a la comunidad turca el día de su llegada, el pasado sábado, pero estaban tan cansados del viaje que prefirieron posponerlo para hacerlo en condiciones. Los efectivos resaltaban la «hospitalidad» con la que fueron recibidos en Turquía, «a pesar del desastre que estaban viviendo». Incluso, los turcos no les dejaban pagar ni un solo café. «Quiero daros un aplauso a vosotros porque lo que les está pasando a vuestros familiares y amigos es muy gordo», espetaban los bomberos en el parque situado en Valle de Broto. Los turcos han acercado algunos obsequios propios de su tierra, como el Baklava, un pastel elaborado con pistachos o nueces, «muy rico».

Fuente y foto: www.heraldo.es