Vigo.- El parque de bomberos de Coruxo, instalaciones de carácter provisional mientras se construye el nuevo recinto en Camiño dos Esturáns, sufre modificaciones en su actividad ante la falta de personal. Así lo denuncian diferentes sindicatos, la Federación de Asociaciones Vecinales de Vigo Eduardo Chao (Favec) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Los problemas en la plantilla de bomberos de Vigo han sido denunciados públicamente en sendas ocasiones. El pasado verano, varios sargentos del cuerpo de Bomberos declararon ante los medios que no se veían «capacitados para resolver con eficacia y eficiencia ciertas actuaciones» debido al número insuficiente de efectivos. «No hay seguridad para nadie, ni para las 300.000 almas que duermen en Vigo ni para las que vienen de visita», afirmaba el sargento David López.

Ahora, la situación de los bomberos vuelve a ponerse sobre la mesa tras el cierre este pasado lunes del parque provisional de Coruxo. La CIG denuncia que las instalaciones están inactivas desde las 22:00 horas del lunes y hasta las 22:00 horas de hoy, por lo que solo está disponible el parque de Teis para atender al conjunto de la ciudad de Vigo. El motivo del cierre es la falta de trabajadores, ya que la insuficiencia de la plantilla se ve agravada en esta época con la llegada de las vacaciones y los días de descanso.

Desde la CIG señalan que solo hay 12 bomberos en la planta de Coruxo en vez de 20, el número mínimo con el que deberían contar las instalaciones. «Es una situación gravísima que puede poner en riesgo la vida de las personas», recalca la central sindical, que exige al Concello la contratación de más efectivos.

Fuentes de SICO, UGT y CC.OO también denuncian el cierre temporal del parque de bomberos: «La situación se agrava ya que de esos 12 no hay ningún sargento y ningún cabo, es decir, no hay mandos y está realizando funciones de sargento un bombero, dos puestos por encima de su plaza». Así, los sindicatos declaran que «la respuesta de intervención en caso de emergencia» en el ámbito de Coruxo es, en estos momentos, «muy precaria».