La Sección Sindical de CCOO en el Consorcio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento ha denunciado en una nota de prensa la ausencia de equipos de ventilación para incendios en viviendas y de material para trabajar en accidentes en los que hay implicadas mercancías peligrosas.

No es la primera vez que el sindicato y también diferentes jefes de Turno del Consorcio han trasladado a sus superiores la falta de estos equipos, que son de primera necesidad en emergencias y que están presentes en la mayoría de los servicios de bomberos de España.

Sin embargo, la Dirección del Consorcio se niega a invertir en estos equipos de ventilación por presión positiva (VPP), que consiste en la colocación de un ventilador de presión positiva en el exterior del recinto (concretamente en la puerta principal de acceso) y la presurización de todo el interior de la estructura. Este diferencial de presión genera un movimiento de gases calientes hacia la apertura exterior.

La vicepresidenta del Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación de Córdoba, Dolores Amo (PSOE), aseguró en una intervención en el Pleno de la institución provincial hace un año, que la adquisición de electroventiladores en casi todos los parques estaba en marcha.

Un año después es constatable que no hay en los parques del Consorcio electroventiladores ni, al parecer, tampoco hay voluntad de adquirirlos ya que no hay expedientes abiertos, ni en licitación ni en estudio, sobre este tema.

El uso de estos equipos de trabajo no sólo reduciría el riesgo de accidentes, sino que facilitaría el trabajo de los bomberos en rescates de personas atrapadas en incendios con visibilidad reducida por el humo y los gases.

Ante esta situación, CCOO reclama que se identifique al responsable o responsables de compras para poder actuar judicialmente contra ellos en el caso de un accidente laboral por la falta de Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados para las revisiones de herramientas en los turnos de trabajo, como guantes anticorte, o la protección del rostro en incendios de interior, pues el capuz de rostro que se utiliza actualmente es de categoría II, cuando debería ser de categoría III.

fuente: cordopolis.es