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Bomberos de Argentina 29 / 07 /2016

Una bombera salvó a sus cuatro hijos de un incendio


NEUQUÉN.- Hace tan sólo seis meses, Gabriela Calluqueo tomó una decisión que ayer le permitió salvar su vida y la de sus cuatro hijos. La mujer, que a sus tareas cotidianas como ama de casa le sumó la de ser bombera voluntaria, las prácticas que le brindaron en el cuartel le sirvieron para salvar a su familia del incendio que se produjo en su casa, en calle Reguero del barrio Villa Lida, que quedó totalmente destruida por la voracidad de las llamas.

Todo comenzó minutos antes de las 4 de ayer. Gabriela dormía en su cuarto con sus dos hijos más pequeños, de 8 y 6 años, mientras que los otros dos, de 11 y 12 años, estaban en un dormitorio contiguo. Su marido se encontraba trabajando en el campo. A esa hora, Gabriela se despertó sobresaltada por su perro pitbull que no cesaba en darle lengüetazos en señal de que algo estaba ocurriendo.

Cuando la mujer abrió los ojos, las llamas ya se habían apoderado de la habitación y, aunque lo más rápido hubiera sido sacar de a uno a sus hijos, ella supo que esa no era la forma. Despertó a todos y cuando logró tener a sus cuatro hijos juntos, abrió la puerta para salir, y en ese mismo instante, detrás de ellos se desplomó el techo de la casa.

“Yo sabía que si ventilaba el lugar, el viento podía entrar e iba a ser peor”, describió la mujer, conmocionada por la situación que la dejó con quemaduras en su espalda y por la inhalación de humo.

La bombera sabía que no era bueno que sus hijos observaran cómo su vivienda era arrasada por las llamas, por lo que se aseguró que los cuatro estuvieran resguardados en lo de un vecino.

Cuando el cuartel de Bomberos Voluntarios de Plottier recibió a las 4 la llamada de emergencia con la dirección del hecho, se dieron cuenta de que era la casa de su compañera. El segundo llamado, dos minutos después del anterior, fue el de Gabriela, que exclamó: “¡Se me está quemando la casa!”.

Cuando llegaron los bomberos, ella estaba a unos 100 metros del incendio vestida con ropa que le habían prestado. Una ambulancia trasladó a la mujer y a sus hijos al hospital de Plottier.

Cuatro dotaciones arribaron al lugar del siniestro, pero no había mucho por hacer. La casa en la que habitaba Gabriela, junto a su marido e hijos, era de construcción prefabricada, por lo que las llamas arrasaron con ella en forma total. Perdieron todo lo que tenían. Se estima que el incendio se habría iniciado por un desperfecto eléctrico.

Alrededor de las 13, Gabriela junto a sus hijos fueron dados de alta. Ahora la familia permanecerá en la casa de sus padres.

Entre los materiales quemados, sobresalía un casco rojo que Mansilla, el jefe de bomberos, le había regalado a Gabriela por su incorporación al cuartel.

fuente y foto: ww.lmneuquen.com