Desde 1987, el Cuerpo de Bomberos en San Juan del Río ha sufrido tres accidentes en los que ocho vulcanos resultaron con graves quemaduras; sin embargo, la explosión ocurrida en el Barrio de La Cruz es, a decir de quienes la vivieron, el peor incidente del que se tenga registro y es que éste se registró a los pocos minutos que arribaron los vulcanos, envolviéndolos en una masa de fuego.

Rafael Zamorano Zúñiga, comandante de la agrupación, y quien acudió a combatir el fuego, explicó que luego de recibir el reporte a la central, por una posible fuga de gas sobre la calle Chabacano, una vanguardia de cinco vulcanos llegó a la calle Chabacano y encontró a un grupo de policías que tocaba a las puertas de los domicilios para advertir sobre el peligro.

Los bomberos identificaron que el olor era intenso y que existía un riesgo inminente; sin embargo, apenas bajaron de la camioneta cuando vino una primera explosión, cuya onda los proyectó a cuatro metros de distancia, mientras que los policías también resultaron lesionados. Luego de recuperarse del golpe, uno de los vulcanos solicitó apoyo a la central y acudió otro grupo de ocho compañeros.

“A la vanguardia llegaron cinco compañeros y posteriormente acudió un segundo grupo con ocho bomberos. Desde la central se solicitó apoyo a otras corporaciones y se pidió ayuda a la JAPAM para que se nos surtieran las pipas”, explicó Rafael Zamorano Zúñiga.

Estimó que la temperatura al interior de la bodega alcanzó los mil grados centígrados, y las llamaradas crecieron hasta 30 metros de altura, ello se debió a que el gas contenido en las pipas salía a presión.

“Era difícil entrar, porque la chapa de la puerta se fundió. Como pudimos, rompimos el acceso y los compañeros ingresaron con el riesgo de que hubiera nuevas explosiones, ya que se identificó que había cuatro contenedores, los cuales fueron enfriados con agua, otro grupo combatía el fuego con agua a presión, pero el calor era intenso”.

Reporte de salud de los bomberos heridos en la explosión

De acuerdo a datos proporcionados por el personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el bombero Marco Santiago Guillén evoluciona de forma favorable y aunque sigue en terapia intensiva, será trasladado a la ciudad de Querétaro, en donde recibirá atención especializada.