Neuquen.- Tienen una vieja autobomba, casi destruida, con la que apenas pueden movilizarse a unos kilómetros para cubrir un imprevisto incendio de pastizales. A veces el camión pierde agua, y repararlo cuesta tan caro que prefieren dejarlo a la deriva, como la propia institución.

Esa es la realidad que hoy viven los bomberos de San Patricio del Chañar, que tienen que hacer frente a todo el problema que despertó el fenómeno de Vaca Muerta, donde el tránsito pesado, los accidentes en la Ruta 7 y los incendios en plantas de empaque frutícola son moneda corriente.

El problema no es nuevo y saltó a la luz con más gravedad en marzo de 2014. Fue en el incendio de un galpón de Servicios Frutícolas SA. El cuartel está a unos pocos metros de la planta de empaque, pero el incendio los desbordó y tuvieron que pedir ayuda a efectivos especializados de Centenario y localidades cercanas para apagar las llamas.

La situación no parece mejorar, y tanto los vecinos como los afectados aseguran que tienen dos bomberos por guardia y a veces, por las noches, queda una sola persona.

Por esta razón, desde hace unos meses un grupo de vecinos se propuso revertir este problema y está armando un cuerpo de bomberos que trabaje en forma conjunta pero paralela al que actualmente depende de la Policía del Neuquén.

Otra sede

Florencio Barros es un vecino de El Chañar y uno de los impulsores de una Asociación de Bomberos Voluntarios, con el objetivo de recibir fondos y levantar el estado en el que se encuentra el cuartel.

“Recién estamos armando la institución, tratando de obtener la personería jurídica, sin eso no existimos. En realidad, se presentó un proyecto, en un grupo de vecinos de donde surgió la idea”, comentó Barros.

Las autoridades locales ya han planteado el tema en algún momento al gobierno provincial, debido a que el cuartel depende de la misma Policía y en el último tiempo tuvieron innumerables intervenciones.

“Fue una olla que se destapó y algunos vecinos hasta quisieron cortar la ruta para que tengamos un cuartel mejor. Pero preferimos ir por derecha y crear un nuevo cuartel”, concluyó.

Proyecto El sueño de tener un nuevo cuartel

Florencio Barros es el secretario de la nueva asociación civil que se creó para que funcione otro cuartel de bomberos. El trámite tuvo un permiso provisorio y está a la espera de la personería jurídica. “Este miércoles nos reunimos porque hay que arreglar algunas cosas del acta constitutiva”, dijo el vecino.

La nueva institución no dependerá del gobierno y podrá recibir fondos y prestar servicios para empresas, algo que está previsto para que los bomberos en la ciudad sean sustentables.

Fuente y foto: www.lmneuquen.com.ar