Diferencias de visión respecto a los rumbos que debe tomar la institución derivaron en la separación del mandamás.

Lo que comenzó a escucharse como un mero rumor en las primeras horas de la tarde de ayer fue confirmado por el propio Héctor Muñoz Weitzel, el hasta entonces superintendente de Bomberos Chillán.

“Sí, voy a renunciar porque la directiva me pidió que lo hiciera”, dijo tajante.

Más allá, la determinación derivó en que Muñoz además decidiera renunciar a su calidad de bombero, desvinculándose completamente de la institución de rescate.

Curiosamente, cuando Muñoz Weitzel llegó hasta las dependencias bomberiles para presentar el documento, en horas de la tarde de ayer, aseguró que se encontró “con que habían cerrado la oficina de partes. Curioso, pero tendré que realizar el trámite mañana (hoy) a primera hora”, dijo.

Según lo recabado extraoficialmente, quienes le pidieron que diera un paso al costado fueron puntualmente la comandancia, encabezada por el mayor jerarquía, Enrique Véjar; además del secretario general y el prosecretario general.

Pese a los intentos hechos no fue posible obtener la versión del comandante Véjar al respecto.

De todas formas, un sereno Muñoz aseguraba que “me voy tranquilo, porque sé que dí lo mejor de mí siempre, con total franqueza y transparencia. Me voy tranquilo porque sé que los voluntarios siempre me apoyaron en todo, destacando que esto no fue más que una encerrona que me hicieron algunas personas de la directiva, no todos, para pedirme la renuncia”.

Aunque aclaró que como aún ostenta el principal cargo bomberil de Chillán, no puede entrar en mayores detalles sobre los motivos que gatillaron la determinación, sí anticipó que “la comandancia y yo, sencillamente no compartíamos ciertos puntos de vista respecto a cómo se debe modernizar la institución, teníamos algunos desacuerdos con la forma de manejar algunas circunstancias puntuales”.

El renunciado mandamás aseguró que se trata de una resolución a lo que no apelará, ni solicitará la revisión del caso a la Junta Nacional de Bomberos, puesto que tras esto “perdí todo interés por seguir unido a esta institución, al menos para mí no vale la pena”.

Un poco más allá, Muñoz, dejó entrever que dentro de la institución hace ya unos años que se viene arrastrando un complejo escenario de envidias.

Para definir el nombre de quien deberá suceder a Muñoz Weitzel en el cargo, hay que primero llamar a elecciones internas.

Héctor Muñoz Weitzel fue electo por primera vez como superintendente a fines de 2013, luego en 2014 lo volvieron a elegir.

Ese año el estatuto interno amplió el periodo a dos años para llamar a elecciones, por lo que su mandato culminaba en 2016.

Dentro de los hitos de su jefatura destacan la adquisición de diversos carros de alta potencia, y la adquisición de los terrenos para la construcción de la Tercera Compañía de Bomberos, ubicada en la Población Los Volcanes.

La dimisión ocurre a solo tres días de que se inicie la nueva colecta de Bomberos que tiene por objetivo la renovación de material y equipo de trabajos, entre otras necesidades.

Fuente y foto: www.ladiscusion.cl