Una vez más, los Bomberos voluntarios de Centenario se convirtieron en el primer centro de referencia para los vecinos que necesitan auxilio en esa ciudad. El martes por la tarde, una mujer llegó al cuartel desesperada con su hijo en brazos, que había dejado de respirar. El personal logró asistirlo y también abrigarlo para que llegara más abrigado al hospital.

A las dos de la tarde de este martes, la mujer notó que el pequeño Ramiro Silva, de un año, había dejado de respirar. Desesperada, salió a la calle junto a su hermana y con el chiquito en brazos para pedir ayuda. Un automovilista que pasaba por el barrio frenó, y juntos fueron al cuartel de Bomberos, que está ubicado a unas 11 cuadras de la vivienda familiar.

Los trabajadores del cuartel recibieron al niño y notaron que sí respiraba, aunque lo hacía con mucha dificultad. Así, lograron asistirlo para que pudiera recibir más oxígeno, y también se ocuparon de calmar a la mamá, muy afectada por la situación. «Tranquilizamos al bebé y a ella, y se llamó a la ambulancia para que lo puedan atender en el hospital», dijo a LMNeuquén Patricio Álvarez, titular de los Bomberos de Centenario.

Fuente: www.lmneuquen.com