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Impecable labor de los Bomberos en el rescate de Rosario

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Bomberos de Argentina 04 / 10 /2018

Impecable labor de los Bomberos en el rescate de Rosario


Santa Fe.- El jefe del cuartel de Bomberos Zapadores se mostró emocionado luego de haber sacado, junto a sus compañeros, a las mujeres aplastadas por un acoplado. «Realmente no sé como están vivas», justificó.

Roberto Ramírez es un rescatista con 20 años de experiencia en tareas de sumo riesgo. Asegura que ha participado en «todos» los rescates que tuvieron trascendencia mediática, desde la tragedia en Salta 2141; intentos de suicidio de altura, donde «nunca» dudó un instante en arrojarse al vacío para salvar una vida. Sin embargo, con 20 años de trayectoria en sus espaldas, admite que el rescate de hoy de las dos mujeres atrapadas debajo de un acoplado en avenida Circunvalación «fue uno de los rescates más largos y complejos» que le tocó vivir.

Afirma que cuando tuvo que tirarse debajo del acoplado del Mercedes Benz, que contenía alrededor de 40 mil kilos de jugo de limón congelado, temió tanto por su vida como por la de sus compañeros y las víctimas, quienes lograron ser rescatadas pese al exiguo espacio que quedó del Ford Escort al quedar prácticamente compactado por el container. «Realmente estuvieron las manos de Dios para ayudarnos porque diez minutos antes de sacarlas empezaron a crujir las maderas y pensamos que moríamos todos aplastados. La verdad que no sé cómo están vivas estas mujeres por la cantidad de peso que tenían encima», reveló a La Capital, aún sin poder salir del asombro por lo ocurrido.

La mañana para Ramírez comenzó como cualquier otra. Llamadas que ingresan a la central del cuartel de Bomberos Zapadores para acudir a algún siniestro, pero sostuvo que este, sin dudas, no fue uno más. «Nos llaman a la central para avisarnos que había un choque en Circunvalación y que había dos personas atrapadas porque a un camión se le había caído el container», relató.

Sin embargo, cuando llegó al lugar con el jefe de Zapadores, Andrés Lastorta, pudo realmente dimensionar de lo que se trataba y el riesgo que corrían madre e hija, atrapadas en lo que quedaba del habitáculo del Ford a raíz de la mole que se les había caído encima. «En todo momento sabíamos que arriesgábamos nuestras vidas y las de las víctimas, por lo que representaba estar debajo de semejante peso», apuntó.

Ramírez, jefe del cuartel central de Bomberos Zapadores, señaló que lo primero que acostumbra a hacer en estos casos es acercarse y hablar con las víctimas para manifestarles tranquilidad, pese al estado desesperante en el que se encuentran. «Empecé a hablar con ellas y les dije: ‘Estamos acá con ustedes, estamos apuntalando todo para la seguridad tuya, la de tu mamá y la nuestra'», comentó. Y agregó que la conductora le pidió: «Lo único que te voy a pedir es que me des la mano y te quedes acá, conmigo», mientras que el rescatista le explicaba que en unos momentos iban a empezar a hacer movimientos para comenzar con el operativo para sacarlas de ahí abajo.

Ramírez aseguró que «gracias a Dios no iba nadie atrás porque no se salvaba, porque es donde cayó la carga completa. En cambio, donde estaban ellas, la carga iba cediendo de a poco». Es que el vehículo quedó aplastado de tal manera, que el cuerpo de María Alejandra Solís, la acompañante, «quedó acostada boca arriba con los parantes comprimiéndole el pecho, mientras que el de Joanna -la conductora y agente de la Policía Comunitaria- quedó como en posición fetal, con la cabeza entre el volante y el asiento».

A medida que iban realizando los trabajos para poder extraer a las víctimas, iban probando diferentes variantes para tratar de exigirlas lo menos posible, teniendo en cuenta la magnitud de la carga que tenían encima. Y que iba cediendo pese al apuntalamiento.

«Fueron más o menos entre 40 y 50 minutos; fue uno de los rescates más largos y complejos de mi carrera. He tenido muchos, pero este fue el que más me costó porque pensé que en cualquier momento podíamos morir aplastados», aseguró Ramírez. En eso, precisó que mientras cortaban piezas y ya estaban preparados para sacar a las mujeres, «comenzaron a incendiarse los cables de la batería, por lo que realmente empezamos a pesar qué podíamos hacer pese a que estamos preparados para esto».

Para colmo, las complicaciones no se terminaban. «Diez minutos antes de sacar a las víctimas, comenzaron a crujir las maderas y los parantes que habíamos colocado. Ahí pensamos que se venía todo abajo», admitió. Hasta que finalmente con sus compañeros pudieron controlar la situación y fueron sacandolas de a una. Primero María Alejandra, que iba de acompañante, y luego Joana Arduzzi, la conductora e integrante de la Policía Comunitaria.

«Tenías que ver la satisfacción de esas dos mujeres cuando las sacamos, tenían una alegría inmensa. Y lo más impresionante es que apenas tenían algunos traumatismos», aseguró Ramírez, para agregar que «realmente no se cómo están vivas».

Esta misma tarde Ramírez iba a visitar a las víctimas, que están internadas en observación en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Por lo pronto, se mostró agradecido con sus compañeros y los colegas que hicieron posible el rescate de hoy. «Estoy realmente agradecido con lo que hicimos con mis compañeros, los bomberos Voluntarios, policías y todos los que nos ayudaron; ser bombero es lo más lindo que me pasó en la vida», destacó.

Fuente. La Capital