Historias de Bomberos

Bomberos de Argentina 21 / 05 /2017

Los bomberos, no sacan chapa, tienen timidez y no andan contando lo que hacen a diario


Misiones.- Difícil imaginarse la adrenalina que corre por las venas de los bomberos voluntarios, no sacan chapa, tienen timidez y no andan contando lo que hacen a diario por un prójimo. Es la historia de dos colegas que no buscan fama, solamente quieren ayudar en situaciones complicadas.

Son jóvenes, de profesión bomberos voluntarios, uno pronto será papá, pero más allá de las cuestiones personales de cada uno Cesar Fischer (27) y Alejandro Figueredo (27), no dudaron en asegurar que volverían a arriesgar sus vidas para ayudar en momentos trágicos.

Cesar actúo en un incendio que empezó en el basural de Oberá y las llamas consumían una precaria vivienda, dónde había una persona en estado alcohólico, luego del análisis de como ingresar, logra sacar al hombre de la habitación.

‘’Eso era un sábado a la mañana, dónde nos llamaron e informaron que había un basural que se incendiaba y en el lugar una casa incendiada completamente y en la otra estaba en un 50 %, con una persona dentro del lugar”, comenzó explicando Cesar Fischer.

Al siniestro llegaron junto al colega bombero Rios, con el móvil 3, dónde tienen pocos minutos para analizar la situación, escuchar a los vecinos y actuar, se encontraron con una persona mayor que estaba inconsciente y en estado de ebriedad, por lo que el salvataje se complicaba, por el peso y el tamaño de la persona que salvaron.

La casa era de madera, justo ese sábado había mucho viento en la zona del basural en Villa Svea, mientras los minutos pasan la vivienda se consume de forma rápida, “no es fácil la situación, pero por suerte tenía una puerta en la parte de atrás de la casa y por allí ingresamos’’. Contó.

Mientras que Alejandro Figueredo, tiene de recuerdo salvar a 3 personas que intentaron ayudar en la última inundación en arroyo ‘’lata’’ en el barrio 100 Hectáreas, a las dos de la mañana, en una situación complicada porque el arroyo crecía muy rápido y la corriente estaba fuerte.

‘’A las dos de la mañana, llovía mucho, tardamos 5 minutos en llegar, el arroyo estaba picado y la gente gritando pidiendo ayuda, una situación que es dónde tenemos que tener la cabeza fría para poder hacer nuestro trabajo’’, relató Figueredo.

Mientras va contando la mirada se pierde en el horizonte recordando el momento difícil para las familias y que en los últimos tiempos sufren de seguido, pero por momentos se detiene, reflexiona que no es un lugar para que vivan, pero eso no los frena e igual asisten a la ayuda, por más que no sean reconocidos por su labor solidaria.

Regresa a la historia y cuenta ‘’en el medio de la crecida estaba una casa con la madre y niños, decidimos ponernos arnés y entrar con soga que íbamos atando a los árboles de la zona porque es una calle, en esos momentos veo a tres hombres ingresando sin seguridad, los advierto que es peligroso, pero no me hacen caso y siguen avanzando sosteniéndose entre los tres”.

Luego de la segunda advertencia por parte del bombero a los hombres, paso lo que se anunciaba, “uno de ellos tropieza arrastrando a los otros 2, es otro momento de que hacer y como estaba asegurado, me tiro para agarrarlos, le tome a uno, pero imagínate yo soy delgado, con la fuerza del agua y el peso de 3 hombres, no sé de dónde saque fuerza y los salvé, porque si no estábamos hoy hablando de lo trágico de la inundación’’.

Después sacó a la madre, los niños y el final fue el que esperaba Figueredo, insistiendo que en esos momentos no podes esperar, son los únicos que llegan al lugar y la gente necesita de la ayuda rápida.

Fischer y Figueredo insisten que pueden y están capacitados para actuar gracias a la capacitación que reciben de la asociación de bomberos voluntarios de Misiones que siempre los está capacitando.

Por otro lado hay emoción en medio del relato, llegan a humedecerse los ojos, pero resisten a las lágrimas recordando que también arriesgan la vida por los la comunidad desde la atención en accidentes, rescates de animales o siniestros como un incendio o inundación.

Dejan en claro que no esperan recompensa, tampoco el agradecimiento porque por eso lo hacen voluntariamente, ambos reafirman al unísono que “lo volveríamos hacer, estamos preparados para salvar vidas”.

fuente y foto: www.netobera.com.ar