Historias de Bomberos

Bomberos de Argentina 15 / 08 /2014

Emotivo homenaje a bomberos que murieron en el incendio de Prodinco


La Pampa – Esta tarde, en el monumento al Bombero Voluntario, se llevó a cabo un acto en homenaje a los cabos Javier Omar Pérez y Manuel Alejandro Olguín, quienes hace 15 años perdieron la vida en esa trágica jornada. De esta manera la institución brindó un homenaje a quienes dieron su vida y recordar lo realizado por todos los bomberos voluntarios que participaron de la acción para combatir el siniestro.

En el acto que tuvo lugar en el monumento al Bombero Voluntario, ubicado en calle 26 y 109, de la ciudad de General Pico se colocaron ofrendas florales y se escucharon palabras alusivas a la fecha. También se descubrió una placa en el edificio de la Asociación Bomberos Voluntarios de General Pico, calle 102 y Fraternidad.

AQUEL DÍA

Fue un 15 de agosto de 1999, la ciudad entera se vio envuelta en una espesa nube negra, tóxica y el desconcierto y la angustia se apoderaron de la población. A las 15:15 horas sonó la sirena del cuartel, el fuego había tomado el depósito de tubos de Prodinco. Unos 200 bomberos trabajaron durante 13 horas para sofocarlo, dos quedaron allí, bajo los escombros, sin vida.

carlos Menem era presidente, Rubén Marín gobernador, “Cacho” Campo intendente. Hacía podo se había inaugurado en el parque Industrial Prodinco S.A. para fabricar los tubos del acueducto Río Colorado. Y si no fuera por problemas climatológicos, hasta Menem hubiera estado en la inauguración.

Pero la fiesta se convirtió en tragedia, indignación, fuertes sospechas de corrupción, de negociados a espaldas del pueblo. Los tubos tenían problemas de fabricación, y la empresa dejó la ciudad dejando un tendal de deudas millonarias entre empresas piquenses. Además, de decenas de trabajadores en la calle.

Antes, el 15 de agosto de 1999 en el Cuartel de Bomberos Voluntarios, la Federacion Pampeana de Bomberos Voluntarios estaba realizando una capacitación. Sonó el teléfono de la guardia y como alguien escribió “la tragedia comenzó a tejer sus hilos de crueldad”.

En el depósito de lo que había sido la fábrica Zampieri y Quaglini se había desatado un incendio. En ninguna parte estaba registrado el material acopiado en el lugar, principal problema para los bomberos voluntarios que se encontraron con el humo propio de sustancias químicas, sin conocer de qué se trataba.

Al desplomarse una pared del galpón incendiado, el Sargento Roberto Merani quedó aplastado con importantes heridas, el bombero Javier Pérez perdió la vida entre los escombros y Manuel Olguín sufrió gravísimas lesiones de las que no se pudo recuperar. Batalló una semana para agarrarse a la vida, pero no lo logró.

Fue una tarde de desconcierto, de desesperación. Desde Radio 37, Defensa Civil daba las indicaciones a la gente de los barrios aledaños. Se mojaban trapos y se tapaba cualquier hendidura para que no entrara el negro y tóxico humo a las viviendas, se evacuaron varias manzanas, se cortaron los servicios y el humo negro se veía desde kilómetros de distancia.

La altísima temperatura derritió parte del asfalto de calle 107, una lava corría por los cordones de las veredas. Se destruyeron completamente los galpones con maquinarias, herramientas, tractores entre otras cosas.

Se quemaban dos variedades de anhídrido, ftálico y maleico, que al contacto con el agua se transformaban en ácido. Los bomberos no sabían que en ese lugar había una bomba de tiempo. Los dueños e inquilinos del galpón nunca habían informado sobre lo que se acopiaba y no habían dispuesto medidas de seguridad mínimas.

Durante arduas horas, unos 200 bomberos trabajaron en el lugar. Se quemaron 1300 toneladas de material químico. El incendio fue noticia nacional e inclusive internacional en publicaciones especializadas.

La gente empezó a reclamar a las autoridades por la falta de controles, por la connivencia entre el poder político y Américo Gualtieri, un hombre acusado de grandes negociados. Hubo marchas pidiendo justicia y después el olvido del tiempo.

La Justicia halló culpables a cinco adolescentes, dos de 14 años, uno de 15, otro de 16 y un último de 19 años como los autores materiales del trágico siniestro. Pero las responsabilidades políticas nunca se dilucidaron y quedaron como un trago amargo en los piquenses.

fuente: www.infopico.com