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Bomberos de Argentina 14 / 08 /2017

Es crítica la situación de los bomberos en la zona Este de Mendoza


Mendoza.- San Martín, Junín y Rivadavia dependen de cuarteles donde falta movilidad y choferes. El último incendio se propagó a una casa vecina por falta de equipo. En La Colonia hay dos autobombas rotas.

Hace pocos días un incendio destruyó por completo una casa en La Colonia y con las llamas fuera de control, el fuego creció hasta alcanzar la vivienda vecina, que también quedó inhabitable. El siniestro ocurrió a 600 metros del destacamento de bomberos de Junín, que tiene la autobomba rota, por lo que las llamas fueron combatidas con camiones regadores municipales y por un equipo de bomberos voluntarios de Palmira, que llegaron 45 minutos después.

La experiencia dejó a dos familias en la calle y muestra la grave situación que atraviesan los bomberos en el Este mendocino, donde más allá del arrojo y del sacrificio con el que puedan trabajar, no cuentan hoy con el equipo mínimo para que la tarea resulte eficiente.

“El fuego empezó a las 13.30; me acuerdo porque estábamos comiendo y vi humo por la ventana. Primero pensé que alguien estaba quemando hojas en la cuneta”, cuenta Ricardo Peña, que vive en la calle Espejo Oeste al 400, en La Colonia, a metros del límite de Junín y San Martín. Cuando el hombre salió a la vereda descubrió con horror que en realidad, el fuego venía de la casa vecina: “El camión de los bomberos de acá nunca llegó porque tiene el motor fundido”, dijo Peña y completó: “Hubo que esperar a los bomberos de Palmira, que hicieron lo que pudieron”.

En realidad, los primeros en llegar fueron los municipales de Junín en un camión regador, luego colaboró un segundo hidrante de la comuna de San Martín y también una camioneta de bomberos de La Colonia. La autobomba de Palmira, con un tanque de apenas 1.600 litros que la manguera consume en poco más de 3 minutos, llegó al siniestro pasada la media hora.

Como resultado, la casa de la señora Mercado, la primera en arder, se destruyó por completo y la de Peña quedó inhabitable, con parte del techo caído y una pared comprometida. La familia Peña no vive hoy en el lugar: el hombre, acompañado por su nieto, se queda en la noche a cuidar de las cosas. La casa de al lado, totalmente inservible, fue derrumbada.

fuente y foto: www.losandes.com.ar